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1860. Visita a Bertiz

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  Querido diario. Hoy ha sido un día agotador para mi, y creo que en el futuro lo guardaré en mi memoria con un sabor agridulce. Mi esposo y yo , aprovechando la circunstancia de nuestro viaje a Bertiz, hemos acudido en primer lugar a hacernos un retrato. Los tiempos están cambiando rápidamente y muchos de nuestros amigos ya no quieren conservar su imagen para los días venideros retratándose en un cuadro al óleo como se hacía en el tiempo de mis padres. Ya desde hace algunos años se estila el retratarse con esos artilugios a los que llaman cámaras de daguerrotipos y tan sólo con posar para ellos, con máxima quietud, durante unos minutos, la imagen queda grabada sobre unas placas de vidrio Parece realmente magia. Mi esposo, siempre curioso ante las últimas novedades de la técnica, quiso conocerlo hace ya varios años, pues alguno de sus amigos le había hablado de ello, y en este año 1860 ha deseado repetir.

 

  No ha acabado aquí el ajetreado día, querido diario. Más tarde, nos hemos dirigido al Señorío de Bertiz, ya que mi esposo está interesado en comprar las maderas necesarias para alguno de sus próximos negocios. Desde hace tiempo tiene una gran inquietud por construir su propio barco con el que trasladar sus mercancías a donde quiera sin depender de nadie. Los dueños del Señorío nos han recibido con gran cordialidad y... el lugar me ha impresionado hondamente. Las hayas y los robles se suceden en un paisaje denso en vegetación que me ha impactado a cada paso. Un río baña la zona dibujando un panorama fresco y boscoso. Hemos paseado hasta que la noche ha caido sobre nosotros. Mi esposo me ha comunicado mientras paseábamos que desea dirigirse a Barcelona, donde está la corte con la reina Isabel II. Hace algunos años tuvimos el honor de ser invitados a una cena donde pudimos mantener una conversación con la propia reina y él desea dirigirse allí por algún motivo que no ha querido aclararme. Sé que la política internacional está muy agitada, es un tema de conversación recurrente en sus reuniones. En Estados Unidos han comenzado a sublevarse los estados del Sur contra los del Norte y todo puede afectar a las colonias españolas y, por consiguiente, a los negocios de los comerciantes de toda Europa. Tú sabes, querido diario, que a mi me espanta la esclavitud, que denigra a las personas y las deshumaniza, tratándolas como bestias sin sentimientos. Estoy convencida de que el Señor desaprueba que los humanos nos tratemos así unos a otros, pues todos somos criaturas de su Creación.

 

  Estoy preocupada por mi marido. Es un largo viaje, donde debe trasladarse en diligencia hasta Zaragoza y, avanzando un poco más, tomar la línea de ferrocarril que lo llevará directo a Barcelona. Los temores me invaden. Los rápidos ferrocarriles de los que aún desconocemos sus efectos sobre la salud por la rapidez con la que circulan, los posibles asaltantes de caminos... y lo que más me asusta, el cólera que pudiera enfermarle si bebiera alguna agua en mal estado.

 

  Aún no ha partido y ya estoy deseando verle regresar

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Música sugerida: Franz Xaver Morzart. Cello Sonata Op. 19, Andante Expressivo.
https://www.youtube.com/watch?v=Zgd3HZC1UzQ

Estas fotografías fueron realizadas el 21 de Octubre de 2017. Después de nuestra sesión fotográfica en el Tercer encuentro de colodionistas de la Sociedad Fotográfica de Vitoria-Gazteiz. 

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Autor: Julia Onaindia y Carlos Rilova.

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Junto con el relato se publicaron en mi Facebook unos días más tarde

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