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IV Recreación Histórica Internacional "Batalla de Vitoria"
Edición año 2018

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Fotografía: Valischka

  Sabíamos que lo que se gestaba era algo grande, aunque no teníamos claro qué podía suceder. Las noticias que nos habían llegado nos informaban de que el ejército de Napoleón pasaba por momentos bajos y comenzaba un camino sin retorno, siendo expulsado de todo el país. Ya en Madrid, el 2 de mayo en 1808, había sufrido un duro golpe, con el pueblo revolucionado en contra de ellos, y los cientos de grandes y pequeñas batallas que los patriotas luchamos contra ellos durante esos largos cinco años, entre 1808 y éste de 1813, les habían desgastado poco a poco.

 

  Todo parecía indicar que en Vitoria podían acabar derrotados definitivamente. Han sido dos días agotadores. El primer día, avanzando desde la Puebla de Arganzón, la batalla fue cruel y sangrienta, y el ejército napoleónico ha acabado fuertemente dañado tras haber sufrido graves bajas entre sus miembros. Las aguadoras han sobrellevado también la batalla, marchando tras las tropas con vino,  agua y vendas, y resistiendo la guerra como unos soldados más. Los caballos caían y los soldados disparaban sin descanso mosquetes y cañones... realmente parecía que se iba a acabar el mundo.

 

  Mi esposo, oficial de la División Cántabra del Cuarto Ejército, observaba lo que sucedía en el campo para extraer toda la información posible y hacerla llegar a su comandante en jefe, don Gabriel de Mendizábal e Yraeta, que debía converger con este otro Ejército en el Camino Real de Coches con dirección a Francia. Por suerte, pudimos comer en el campamento alejados de las primeras líneas de fuego, y no nos olvidamos de  acudir a una Iglesia cercana a recitar nuestras oraciones para que todo fuese bien.

 

  La noche fue inquieta. En el campamento, mientras algunos soldados hacían la guardia, sonaron las gaitas de los escoceses, se cantó, se bailó y se bebió a la luz de la luna y de las velas de los pequeños faroles de mano.

 

  El día siguiente, en el que vimos al fin algo de sol, como un buen augurio, supuso la culminación de la jornada anterior. El ejército aliado con Wellington y el general Álava al frente, aún  más reforzado y fortalecido, presentó una sangrienta oposición que terminó derrotando definitivamente al ejército napoleónico. Llegan así nuevos vientos a nuestro país. Ese día mi esposo y yo nos infiltramos en el campo francés en esta segunda jornada vestidos como civiles, para informarnos sobre lo que sucedía en la batalla, con el fin de que resulte útil no solo para el Cuarto Ejército, sino para nuestros negocios siempre que se deje caer en  los oídos adecuados... pero de esto no puedo hablar aquí.

 

  Sin embargo... presenciar una batalla es algo muy peligroso, y más aún para las damas. Sucedió algo horrible de lo que apenas puedo hablar sin estremecerme. Cuando la sangrienta lucha ya había acabado y comenzábamos a celebrar la victoria de los aliados... unos soldados escoceses enloquecidos comenzaron a perseguir las damas que estábamos presenciándolo todo.  Salimos corriendo a través del campo, asustadas, no sabíamos lo que querían.  Estaban embrutecidos, con los ojos inyectados en sangre y en ese momento mi marido se encontraba algo lejos de mí. La señorita Gabriela Rodríguez, una de las damas que estaba en el campo francés, también escapaba de ellos horrorizada pero no pudo huir a tiempo  y... ¡oh, Dios!..Tan sólo recordarlo me impresiona... viéndola bajo los soldados, siendo asaltada y violentada. Fue espantoso, yo me quedé paralizada esperando a que mi esposo llegase armado junto a mí y enarbolando en su sombrero de copa la escarapela roja de los patriotas que fue nuestro salvoconducto.

 

  La guerra..., es un espectáculo horrendo y tenebroso, pero Napoleón no nos ha dejado otra alternativa, si nuestro país no quiere sucumbir a sus deseos de poder absoluto. Ahora nos queda esperar el desarrollo de los próximos tiempos que se auguran esperanzadores para los que amamos la Libertad, mas también inciertos...

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Fotografía: ?
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Fotografía: cortesía de María Bergueral
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Fotografía: ?
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Fotografía: Julia Onaindia
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Fotografía: Julia Onaindia
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Fotografía:¿
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Fotografías: Valischka (con marca de agua), María Bergueral, Julia Onaindia, otros (desconocidos por mi)

Recreadores que aparecen en las imágenes: Aritz Irazusta, María Bergueral, Gabriela Rodríguez, Carlos Rilova, Aritz López, otros...

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